Disputa con el congreso
El aumento incesante del poder de John D. Rockefeller llamaba mucho la atención. A finales de la década de 1880, el negocio y la fortuna de Rockefeller no pasaban desapercibidos para el congreso estadounidense. El monopolio de Rockefeller iba en aumento, dado que llegó a controlar distintos mercados.
Quienes lo criticaban sostenían que los monopolios destruían la competencia y que eso, con el tiempo, dañaría el capitalismo estadounidense. A raíz de esto, en 1890, el gobierno creó la “Ley Antimonopolio Sherman”, que castigaba cualquier intento de monopolizar el comercio en Estados Unidos. Dos años después, Rockefeller se vio obligado a disolver Standard Oil porque violaba dicha ley.