12. ¡Achís!
Hemos llegado a un punto en nuestras vidas en el que los médicos nos sugieren que probemos tácticas de parque infantil para enfrentarnos a la vida. Estornudar sobre alguien es algo increíblemente grosero, pero devolverle el estornudo a un imbécil no lo arreglará ni mejorará la vida en modo alguno. Así que, no lo hagas.
Ni que decir tiene que no se puede culpar al paciente por no reírse, sobre todo teniendo en cuenta que, para empezar, ya se sentía fatal por culpa de una gripe muy fuerte. Hay un momento y un lugar para el humor y, si esa era la intención, no era el momento correcto.